jueves, agosto 14, 2025

PorSuiGieco

 Reunión y reedición histórica de Porsuigieco, uno de los grandes supergrupos de la historia del rock argentino

El álbum que grabaron Charly García, León Gieco, Nito Metre, María Rosa Yorio y Raúl Porchetto en 1975 volverá a publicarse en formato físico y plataformas, por impulso del Instituto Nacional de la Música.

El reencuentro de Charly García, León Gieco, María Rosa Yorio, Nito Mestre y Raúl Porchetto, los integrantes de un supergrupo llamado Porsuigieco que dejó su huella con un único disco publicado hace 50 años, es una de las noticias del año del rock y la cultura popular argentinos.

El motivo de la difusión de este reencuentro entre los cinco músicos -cada uno con su propia y relevante historia musical en estos 50 años- es la inminente reedición remasterizada del disco Porsuigieco en vinilo, CD y a través de plataformas digitales. Este lanzamiento es posible gracias a la recuperación del catálogo histórico del sello Music Hall por parte del Instituto Nacional de la Música (INAMU), que firmó un acuerdo con el sello DBN para reeditar el material a partir de la cinta máster original. Según le dijo Bernabé “Buco” Cantlon, presidente del Instituto, a Infobae Cultura “fue un reencuentro de amigos”. El proceso para concretarlo llevó mucho tiempo, detalla: “No sucedió de una semana a la otra y solo tenía sentido si estaban los cinco bien. Como remarcaba Raúl Porchetto en la reunión, era importante que los cinco estuvieran escuchando y analizando todo el material. Si no, no tenía el sentido del espíritu inicial con el que empezó”.

El reencuentro tuvo lugar en el Estudio Crazy Diamond de Parque Chacabuco, propiedad del histórico ingeniero de sonido del rock argentino Gustavo Gauvry. Allí se presentó la versión definitiva a los músicos, que incluirá incluirá dos canciones remezcladas —“El fantasma de Canterville”, un clásico de Charly García inspirado en la obra de Oscar Wilde, y “La mamá de Jimmy”, ambas canciones que todavía toca en vivo León Gieco—, un insert doble con fotografías inéditas y el primer afiche del grupo, dibujado por el propio García.

Durante la escucha colectiva, los músicos compartieron anécdotas y recuerdos que pusieron en perspectiva la relevancia del disco. María Rosa Yorio, al oír “El fantasma de Canterville”, expresó: “¡Cómo me gustaba cantar esta parte! ‘Esa careta idiota que tira y tira para atrás’”. Raúl Porchetto destacó la complejidad de “Puertas de Acuario”: “Acá cantamos dos letras diferentes, no solo dos melodías. Dos letras diferentes al mismo tiempo”. Nito Mestre recordó su debut al piano en “La Colina de la Vida” y, dirigiéndose a Charly García, bromeó: “Mirá lo que tuve que hacer porque ese día no viniste”. León Gieco aportó detalles sobre el arte gráfico: “La tapa, en realidad, éramos nosotros en la ventana. Después fue idea de Charly sacarnos y usar esa imagen como tapa”. Y Charly García, al escuchar una versión alternativa de “Viejo, solo y borracho”, otra joya de su cosecha, comentó: “Toqué el piano a lo Elton John”.

La historia de Porsuigieco

El álbum, grabado entre mediados y fines de 1975 -casi al mismo tiempo de la sonora despedida de Sui Géneris en el Luna Park, en septiembre de ese agitado año- contó con la colaboración de Oscar Moro, Gustavo Bazterrica, Rinaldo Rafanelli, Alfredo Toth, José Luis Fernández, Leo Sujatovich, Pino Marrone, Horacio Josebachvilli, Frank Ojstersek, Gonzalo Farrugia y Juan Rodríguez. Estas presencias enriquecieron la propuesta sonora original de la banda, para alejarse de un formato acústico dominante en sus comienzos para adoptar una impronta eléctrica y coral.

La historia de Porsuigieco se remonta a 1974, cuando cuatro músicos con trayectorias ya consolidadas —Charly García, Nito Mestre, León Gieco y Raúl Porchetto— se unieron con la intención inicial de crear una editorial propia, ante la percepción de que las discográficas obtenían la mayor parte de los beneficios de sus obras. Aunque el proyecto empresarial no prosperó, de ese encuentro surgió la idea de formar un grupo y presentarse en vivo. El nombre, según León Gieco, fue una ocurrencia de Charly García: PorSuiGieco y su Banda de Avestruces Domadas, en alusión a la banda que acompañaba a Gieco en su segundo LP (“la banda de los caballos cansados”). Nota aquí.





Dani Flaco


 

María Ruiz & La Mare

 

Félix Maraña

 En la escuela de Alexis Díaz Pimienta

Soy humilde decimero
que comparece, oposita
a vivir pues necesita,
cantando su cancionero,
como hacía aquel pascuero
que recorría la Pampa,
perfilando con su estampa
un retrato sapiencial.
Ya sabemos que al final
llueve pero siempre escampa.
Sé que Alexis va primero,
porque guarda en su cabeza,
por una extraña rareza,
ese imgenio decimero
que nos toma el delantero
y nos saca de la pista,
hasta perderlo de vista
corriendo detrás de él.
Nos suben el arancel
hasta en la clase turista.
Y nos deja entre dos velas,
al final del recorrido,
que tú vas y el ha venido
con un montón de espinelas.
Y te esfuerzas y te encelas
por ver si logras llegar
a su ritmo de rimar
en la improvisación.
Y no aprendes la lección.
Otra vez, vuelta a empezar.
Al final, es lo que cuenta,
tras multiplicar ensayos,
tras fatigas y desmayos,
algo de sal y pimienta,
logras una poca renta
para aprobar el examen.
Al final viene el dictamen,
un aprobado escasito
y repites, despacito,
si no es conforme, reclamen.
Decimero, decimero,
dinos ya quién te alimenta,
¿es tu origen Díaz Pimienta,
o tu perfil habanero?
¿Acaso es tu heredero?
Dinos, si sabes, la hora
que desde niño hasta ahora
te marcó el camino recto.
Dinos cómo eres perfecto,
dinos ya sin más demora.



Rafa Pons

 


Javier Bergia & María José Hernández

 

Ramón Serrano

 CALEIDOSCOPIO

Me calma la luz de la mañana
ese primer sol que lava
la memoria de las sombras obscenas
aunque me gusta también la intimidad de la noche
junto a mis libros y mis recuerdos
aquella copa que no pude apurar en toda la madrugada
son la vida en estado kelvin
que guarda la pureza y autenticidad de las horas
las más exquisitas del viaje
me encanta la luz del paisaje
el que pasa tras la ventanilla
y la que sale del interior del hipotálamo
en la noche más iluminada
Oh dioses del cautiverio del Amor
abridme la puerta que lleva a la montaña!



Juglares


 

Eladio y los Seres Queridos

 

Mondo Duplantis

 Mondo Duplantis bate otro récord del mundo y ya está a las puertas de los 6,30m

El saltador de pértiga sueco logra su decimotercera plusmarca en Budapest, en el mismo estadio donde se proclamó campeón del mundo en 2023.

No por repetitiva, la escena deja de ser apasionante. Mondo Duplantis levanta la pértiga con las dos manos y un estadio entero, esta vez en Budapest, entra en excitación. Luego viene la carrera, veloz, cargada de convicción, sin dudar, clava la pértiga en el cajetín, aprieta las manos y despega hacia el cielo como lanzado por una catapulta. El resto, la elevación, el franqueo del listón y la caída triunfal, ya no tiene secretos. “Es como ir en bicicleta”, dijo hace poco. Un juego para el hombre que ya se ha elevado, al segundo intento, rozando el listón, por encima de los 6,29m.

Duplantis celebró su decimotercer récord del mundo y alzó el dedo índice para recordarle al planeta entero que ya solo le queda un centímetro para superar otra barrera: los 6,30m. Los aficionados fantasean con un salto icónico en el Campeonato del Mundo de Tokio, en la final de pértiga programada para el 15 de septiembre a las 20.10 horas. Allí le esperan los 70.000 dólares para el campeón y un bonus con otros 100.000 para el que logre un récord del mundo. Un cebo apetitoso. Pero quién sabe: en el calendario puede haber tentaciones y quizá esa plusmarca llegue antes en Silesia, Lausana o Bruselas. Su calidad puede explotar en cualquier parte.

Mondo Duplantis, el chico maravilla, sigue con su pespunte de récords del mundo. Pequeños grandes avances, de un centímetro en un centímetro, en constante ascenso hacia la posteridad. No hay otro atleta como él ahora mismo en el firmamento del atletismo, pues no hay otro con esa capacidad para mejorar el tope mundial cada pocos meses. Ya son 13 récords y cuatro años con dos plusmarcas como mínimo (tres en 2022, dos en 2023, tres en 2024 y tres este año).

Desde los Juegos de París, además, parece haber acelerado: cinco récords en 13 meses. Duplantis ha alcanzado el último en Budapest, en el Memorial Gyulai István, en el mismo estadio, a orillas del Danubio, donde se proclamó campeón del mundo en 2023. Un año antes, en Oregón, en el mítico templo de Hayward Field, estableció el récord de los campeonatos con un salto de 6,21m. En Tokio podría irse nueve centímetros más arriba.

Tan asombrosa como sus marcas es su edad. Duplantis solo tiene 25 años. Eso permite fantasear con marcas inimaginables: ¿6,40? Por qué no. Serguei Bubka, el zar de la pértiga, logró 35 récords mundiales. Duplantis lleva 13. Ya es él solo contra la historia. Él es su gran desafío. Aunque también se inventa otros para motivar su carrera, como batir el récord de todos los mítines de la Diamond League. Aunque, en realidad, ya solo le quedan dos: Rabat y Londres. Nota aquí.



El Manin

 


Tute


 

miércoles, agosto 13, 2025

Juan Fuentes & León Gieco

 

Félix Maraña

 Si te matan, que sea con un beso

Si te matan, que sea con dos besos.
Si rematan, con dos besos más.
Pero no te resistas jamás
a morir entre amor y embelesos.
A morir como mueren los huesos,
sobre todo si no se los das,
cuando vives y saben que estás,
amarrado como están los presos.
Tú reparte entretanto más besos
suficientes, alegres, traviesos,
entregados generosamente.
No repares si son en la frente,
en los labios o la mano abierta.
Bésame hasta que muera despierta.

Para Rodolfo Serrano , que me cita, como se cita a los clásicos, después de haberlos leído



Rodolfo Serrano

 Consejos

Si te matan, que sea con un beso
Piensa que tuviste siempre todo.
Que la gloria fue un relámpago de dicha,
que supiste del roce de la carne
y te envidiaron dioses y demonios.
Aunque ahora sólo quede un golpe frío,
una camisa blanca de domingo,
la belleza desnuda de las nubes,
un pañuelo ondeando en los andenes.
Nunca pienses que todo ha sido en vano.
Ella sigue metida entre tu carne
como una herida abierta. Y en la calle
hay siempre una muchacha como ella.
Y no pienses que todo ha sido inútil.
Que la vida ha sido injusta con vosotros.
Bebisteis el más rico de los vinos
y fue el mundo territorio conquistado.
Tú sabes que jamás serán ya tuyos
sus horas, su reló y su calendario.
Que habrá noches infames y habrá días
eternos y cansados y malditos.
Mas nunca has de dejar que la tristeza
ocupe los hoteles y las camas,
que jamás cierre bares y tabernas
donde vive y encuentras su recuerdo.
Nunca debes dejar que la rutina
te mate con un tiro por la espalda.
Si te matan, que sea con un beso,
ese beso que tanto imaginaste.
Foto de Raul Cancio.



Los Auténticos Decadentes

 

Zambayonny


 

Fito Páez

 "Este libro me metió en un mundo desconocido"

Acompañado por afectos de toda la vida, el músico, escritor y director presentó en la librería Naesqui su primer poemario, donde se permite expandir el universo creativo.

El músico que escribió que “errar a veces suele ser humano” en la canción “Al lado del camino” llega a la presentación de su primer libro de poemas, El hombre del torso desnudo (Emecé), una hora y media más tarde. A Fito Páez, que dirá en unos minutos que las rimas le molestan “muchísimo”, no se le mueve un rulo por la impuntualidad. En la librería Naesqui, en Villa Ortúzar, lo esperan amigas y amigos, periodistas y escritores como Alejandro Dolina, Martín Kohan, Reynaldo Sietecase, Cristian Alarcón y María O’ Donnell; la psicoanalista Alexandra Kohan, la fotógrafa Nora Lezano; las actrices Romina Ricci (expareja del músico y escritor), Leonora Balcarce y Jazmín Stuart.

El escritor y editor Martín Rodríguez, autor del posfacio del libro de poemas de Páez, revela que conoció la “cocina” de El hombre del torso desnudo. Un día el autor de las novelas La puta diabla y Los días de Kirchner le comentó: “Tengo todo esto”. Pero el escritor y músico le fue mandando poema por poema. “Ni en un taller clandestino de Taiwán laburé tanto cortando y pegando”, se sinceró Rodríguez sobre ese trabajo previo para después orientarse al corazón del asunto: el vínculo de Fito con la poesía. “El tipo, a los veinte años, había escrito una canción (‘Viejo Mundo’), para el primer disco, que dice: ‘Se fueron una a una las estrellas / El mar mordía rastros de su arena / Herida luz que me partió aquel cielo / Y hoy vuelves a amanecer viejo mundo’". 

Fito “sabe ser discreto y hacer canciones”, afirma Rodríguez, y destaca que “no hay una letra mala”. Un profesor de la escuela secundaria le dijo que Fito Páez “es tanguero” y justificó esa definición con el comienzo de “Tumbas de la gloria”: “Tu amor abrió una herida / porque todo lo que te hace bien / siempre te hace mal”. En las canciones hay poesía, como en “luna de los pobres siempre abierta”, de “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, donde Rodríguez “escucha a César Vallejo ahí”. Finalmente, subraya “el gesto de sobriedad” del músico y escritor frente a los poetas del rock “profesionales” y se pregunta cuántos rockeros leyeron a Osvaldo Lamborghini.

Rodríguez podría seguir hablando, pero sabe que los amigos fueron a escuchar a Fito en “modo poesía”. La pulsión por la expresión viene de la infancia, del deseo de ser reconocido por la familia, por la escuela, por la vida. Esa pulsión está intacta y materializada en más de treinta discos grabados, en tres películas (La balada de Donna Helena, Vidas privadas y ¿De quién es el portaligas?), dos novelas, el volumen Diario de viaje y las memorias Infancia y juventud. “La música llega al territorio del sinsentido”, dice el autor de El amor después del amor en una noche en la que se propuso expurgar el aura de grandeza de algunas cuestiones. “Hay una libertad que uno va descubriendo con el paso del tiempo y este pequeño libro me metió en un mundo desconocido para mí”. Una frase de Martín Rodríguez le resonó a Fito: “El poema es un misterio”. Pero como si buscara desterrar cualquier equívoco vinculado a cierta solemnidad a continuación agrega: “Hay que desmitificar un poco la figura de lo poético; lo poético es también una madre dando la teta a su hijo. O un amanecer, como Juan L. Ortiz lo plasma En el aura del sauce”.

Entonces Fito reconoce que Rodríguez lo llevó al misterio; “fue como la orden clara de un director; esa es la tarea que hizo respecto del libro”, aclara y confiesa que fueron años rumiando y escribiendo y que tiró más de la mitad de los poemas. Los que quedaron en El hombre del torso desnudo son 32 poemas donde el poeta prueba distintos recursos: la disonancia como una telaraña polifónica; el verso que dibuja en la página pirámides invertidas de mayor a menor en la extensión y a veces chispea la brevedad como una condensación que va al hueso del sonido. La red que construye los poemas teje un fraseo extraño, pero a la vez reconocible: “Nadie nació con la capacidad de escuchar otra voz/ Que no sea la propia”; “Viajar es interior/ Vivir es exterior”; “La lucidez es un arma que se dispara por la culata”; “Cada arruga al lado de los ojos es una batalla ganada”; “El amor es la exacta dimensión donde quiero vivir” o “El hambre no sabe de leyes/ el hambre se fuma al amor”. Hay poemas dedicados a sus exparejas Fabiana Cantilo, Romina Ricci y Cecilia Roth; a sus hijos Martín y Margarita; a Sofía Gala Castiglione y a César González. Nota aquí.



Leiva

 

Pez Mago


 

Joaquín Furriel

"Cuando acerco un proyecto, pienso en qué puede hacerle bien al teatro"

El reconocido actor vuelve a habitar el escenario con un rol nuevo: además de intérprete, asume el trabajo de productor. En La verdadera historia de Ricardo III comparte proyecto con un director español de renombre y un elenco potente. El desafío de la obra, el ritual único de la representación y cómo, en tiempos complicados para la cultura, apuesta a hacer ruido desde un texto son algunos de los temas que aborda en esta entrevista.

Joaquín Furriel es un animal de teatro. Cada noche que se presenta con La verdadera historia de Ricardo III, en la Sala Martín Coronado del Teatro San Martín de Buenos Aires, lo vemos dejar todo. En esta obra se unen sus pasiones más profundas: el teatro, Shakespeare y, por primera vez, la producción.Furriel asume el rol de productor con todo lo que implica, trabajando codo a codo con el director español Calixto Bieito, quien sorprende con una puesta disruptiva que exige un espectador tan atento como el grupo de actores que representan los demonios y el infierno en escena. Sobre este proyecto y el momento cultural que atraviesa el país, conversamos con el actor, que en breve estrenará la serie El refugio atómico en Netflix.

–¿Qué significa para vos volver al San Martín y con esta obra?

–Es la primera vez que me involucro como productor artístico. Fue clave lograr que Calixto pudiera venir a dirigir a Buenos Aires, porque está en su mejor momento y trabaja en los teatros más importantes de Europa. Me gustó volver al San Martín después de algunos años en los que estuve enfocado en lo audiovisual y viví afuera. Volví a casa con los tiempos del teatro, esa territorialidad que te da el escenario. En cine y series estás en constante movimiento. Acá, de miércoles a domingo, venís antes de la función, hacés todo el ritual. El vínculo con tus compañeros en teatro es difícil de encontrar en otro lado.

–¿Ni siquiera en la televisión de antes?

–Parecido, pero no. En el teatro la energía entre el escenario y la platea es directa. Cuando hay una cámara, siempre hay un intermediario. Acá no.

–Y además ya no sos dueño de lo que finalmente se ve.

–Exacto. El cine es del director; la serie, del productor, y el teatro es del actor. Tenés tu velocidad, tu forma de llegar. Me gustan estas obras porque son tan exigentes que no hay espacio para el ego o el narcisismo. Cuando algo es difícil, todos trabajan mejor. Cuando las cosas se hacen de taquito, muchas veces aparecen energías poco seductoras. Con un director como Calixto estamos rebotando para todos lados.

–¿Y cómo te afecta ese nuevo rol como productor? ¿Se puede separar?

–Sí, me disocio bien. Por supuesto que hay días en que las cosas no salen como uno quiere, pero confío en el trabajo en equipo. Cuando entro a ensayar, me meto de lleno en el personaje. Todo lo demás queda afuera. Estoy muy involucrado en lo que quiero que suceda con la obra, y siento mucho apoyo del Ministerio de Cultura y del Teatro. Hace ocho años que Calixto no dirigía Shakespeare. Varios teatros importantes de Europa ya quieren programarla. Que el San Martín, que es nuestra lengua argentina, vuelva a ocupar un lugar de privilegio allá era uno de mis objetivos. Nota aquí.



Bashe & Víctor Heredia



Melingo

 


Erlich


 

martes, agosto 12, 2025

Confiteria Zurich

 Cafetines de Buenos Aires: el bar donde Damián Szifron creó “Los Simuladores” y la historia del mozo que conoce a todos sus clientes

Un recorrido por la confitería Zúrich, fundada en 1959. Los detalles de la comodidad de sus sillas y los platos más pedidos.

Sentado en una de las mesas de la confitería Zúrich que mira hacia la plaza, percibo que el barrio de Belgrano sigue respirando un aire pueblerino. En 1855, Valentín Alsina, ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, dispuso por decreto la fundación de un pueblo al que llamó Belgrano. Por entonces, Buenos Aires era un estado independiente separado de la Confederación Argentina presidida por Justo José de Urquiza. Fueron años donde el beneficio obtenido por las rentas que generaba la aduana, al direccionarse solo a los bonaerenses, profundizó los contrastes en infraestructura y servicios entre la ciudad puerto con el interior. Entre otras obras, Buenos Aires construyó la Aduana Taylor, teatros y tendió el primer tramo ferroviario del país. Y también, creó Belgrano.

El origen del barrio de Belgrano

El acto de gobierno de Alsina fue la respuesta al pedido de los vecinos de San José de Flores que reclamaban una división administrativa a su extenso partido. Fue así como el 23 de noviembre de 1855 se le dio nombre a los terrenos ubicados sobre la Calera, el yacimiento explotado en el siglo XVIII por monjes franciscanos y ubicado en la zona de las barrancas, famoso porque servía de referencia como punto medio en el camino a los pagos de San Isidro. El trazado aprobado por el ministro Alsina estaba delimitado por las actuales calles 11 de septiembre, La Pampa, Crámer y Monroe.

La confitería Zúrich abrió un siglo más tarde, en 1959. También en ese año abrió Saint Moritz en Retiro. Curiosa casualidad la apertura de dos confiterías elegantes, en igual período, con nombres de ciudades suizas. ¿Acaso los dueños fueran los mismos? No lo sé. Por lo pronto, en la Argentina, el ministro de economía Álvaro Alsogaray invitaba a la población a pasar el invierno. Bonitos centros invernales, como las confiterías Saint Moritz y Zúrich, abrieron sus puertas para cumplir la consigna. También en 1959 ocurrió la Revolución Cubana. Y, justamente, Zúrich está ubicada en la calle Cuba esquina Echeverría. Digo, como para corroborar, una vez más, que en Buenos Aires todo tiene que ver con todo.

Un mozo como los de antes en la Zúrich

Hoy en la Zúrich el director de escena es Pedro, un veterano mozo de 73 años. Pedro controla toda la dinámica sobre tablas. Es un regocijo verlo moverse con donaire por el salón. Todos los que entran a la confitería lo saludan por su nombre y él responde con igual familiaridad. Entre 1975 y 1987 Pedro trabajó en el café Politeama de Corrientes y Paraná donde entabló relación con toda la colonia artística del Teatro General San Martín. Desde allí pasó a trabajar en la confitería de Belgrano. “Pedro, de Corrientes a Zúrich” podría ser un buen título para una película sobre su vida. En la confitería de Belgrano se reencontró con el actor Héctor Pellegrini, vecino del barrio. También recuerda Pedro los años que Damián szifron pasó jornadas en las mesas de la confitería pergeñando los guiones para la serie Los simuladores. Me llamó la atención la vestimenta de Pedro y el resto del personal. Impecable camisa blanca, chaleco negro y el infaltable moño. Me recordó a mi visita al Petit Colón de un par de semanas atrás. Luego noté que las sillas del salón tienen todas apoyabrazos y están tapizadas en pana de color turquesa. Le comento a Pedro la semejanza con el café de Tribunales y me confirma que el grupo societario que maneja la confitería Zurich es el mismo del Petit Colón, el Café Tabac y el Watson. Acabáramos. La vista hacia la plaza dará pueblo, pero la ambientación que sobresale en el interior de la confitería es de barrio paquetón. Nota aquí.





Salvador Amor

 


Maggie Cullen

 

Rafa Mora

 CLAROSCURO

Vagamos en el interrogante.
Anclamos la duda en el fondo abisal.
Lloramos sobre la calavera del tiempo,
que ríe, siempre,
con irónica vehemencia.
Mientras, la alegría discurre al otro lado del camino.
Y nos vaciamos.
Dejamos la luz encendida.
Y tememos a la vida.
Esa que, aunque no lo sintamos,
siempre otorga otra oportunidad



Los Secretos

 


Silvina Moreno

 

Félix Maraña

 El ejército del hambre

Sólo verlos da calambre,
un ejército de muchos
famélicos y flacuchos,
el ejército del hambre,
al que le sigue un enjambre
de población desnutrida,
que sangra por una herida
llamada desesperanza.
Si la comida no alcanza
Palestina está vencida.
Esas cazuelas vacías
exigen los alimentos
que curen y den contentos
y procuren nuevos días,
aporten las energías
para lidiar el futuro.
Un panorama seguro
que renazca en Palestina.
Sin ello no se camina
ni se sale del apuro.
Mientras buscaban comida
para sus hijos menores,
se acrecientan los temores
de la guerra sin salida.
Y mientras pierden la vida,
aplastados como escoria,
el mundo pierde memoria
y conciencia solidaria.
La muerte llega diaria.
Netanyahu se vanagloria.



Zambayonny


 

Nicolas & Laura Catena

 

El Chojin

 Hijos de inmigrantes que se han convertido en referentes en una sociedad que se resiste a representar su diversidad.

El Chojin, Hiba Abouk, Ouyang Zhu, Delarue... Sus padres llegaron a España desde América Latina, China o África. Se han hecho un hueco en el mundo de la gastronomía, la música, la moda, el cine o la literatura. Muchos crecieron sin referentes que no fueran blancos. Esperan que a los de la siguiente generación no les suceda lo mismo.

“Llevo 30 años respondiendo a esta pregunta. Estoy cansado. Que si viví racismo de pequeño… Mira, esto sucede aún porque no se nos escucha, porque se nos trata de segunda generación, cuando no somos segunda generación de nada. Se nos extranjeriza, se nos ve como algo exótico, no como parte de esta sociedad”. Habla El Chojin (Torrejón de Ardoz, 48 años), rapero de descendencia ecuatoguineana. Sus discos los escucharon y aún los escuchan miles de personas. Sus versos han sido recitados incluso por la reina Letizia —­en 2023, durante la celebración del Día Internacional de la Salud Mental—. Ha escrito dos novelas (“en una fui deliberadamente vago con la descripción de los personajes y al final quise incluir una página en la que decía que todos eran negros, porque estoy harto de que en la ficción de aquí no se normalice que hay abogados o médicos que no son blancos”). Ha participado en programas de televisión y de radio. Sus temas han formado parte de campañas de Amnistía Internacional dos veces. Tiene un récord Guinness que certifica que es la persona que más sílabas pronuncia por minuto.

Es un referente musical y del activismo. En la universidad era uno de los dos únicos estudiantes racializados (“la otra persona terminó siendo mi esposa”). En 2019, según datos de la UNED, el porcentaje de estudiantes universitarios de origen no europeo en España era del 15. El último INE concluye que actualmente viven en España 2,6 millones de personas con al menos un progenitor extranjero. Muchos de ellos descienden de los llegados entre 1998 y 2008, cuando el país pasó de albergar a poco más de 600.000 extranjeros a los más de 5 millones que vivían aquí cuando estalló la crisis de las subprime.

El Chojin, junto con Jotamayúscula o Frank T, todos con orígenes latinos y/o africanos, fueron estandarte de la revolución hip hop en España. En aquel momento alguien podría incluso pensar que los raperos de origen no europeo estaban sobrerrepresentados en la escena. Pero tres décadas después, la presencia de músicos racializados en el mainstream patrio se reduce a Morad, el rapero catalán de origen magrebí. Mientras, emergentes figuras de esta llamada segunda generación, como Delarue o Huda, esperan su momento desde los márgenes de una industria que mantiene, al menos aquí, el bum de los sonidos urbanos y latinos como un asunto esencialmente blanco o turístico. De momento. Delarue, rapero de ascendencia marroquí y guineana, nacido y criado en los madrileños barrios de Lavapiés y San Blas, siente que algo está cambiando: “Hay mucha diversidad y poco a poco va mejorando la cosa. No hay que priorizar propuestas blancas o negras. Manda la música, y eso es lo que hay que valorar, que está llegando a nuevos lugares”. Nota aquí.





El Roto

 


lunes, agosto 11, 2025

Javier Bergia

 

Rozalén

  Mary nos cuenta por Facebook

Pero cómo estaba la plaza en Vitoria????
No es normal lo emocionante que está siendo para mi este verano… Todo lo que me estáis haciendo sentir!!!!
ESKERRIK ASKO VITORIA por acogernos y hacernos partícipes de vuestras fiestas 🙏
GRACIAS LEDESMA por nuestra primera cita!!!!
Ojalá que para todos los que nos estáis escuchando esté siendo igual de bestia…









Zorrito Von Quinteiro & Los Gustocks